Una de las razones principales de la existencia de microorganismos del suelo consiste en verlos como co-responsables del suministro de compuestos nutricionales, orientados particularmente hacia las plantas superiores (de modo de poder cumplir con su ciclo de vida a través del crecimiento y desarrollo), así como su función también específica de descomponer y mineralizar la materia orgánica que de una u otra forma se incorpora al suelo.
Esta última función, la de participar como descomponedores de la M.O. (materia orgánica), tiene un papel especial en el tratamiento específico de ciertos contaminantes en el suelo.
Los microorganismos edáficos se ven perfectamente influenciados por las características intrínsecas del ambiente en el que crecen y se desarrollan; así debemos tener en cuenta dentro del “universo suelo”:
- Aspectos físicos (proporción de minerales primarios y secundarios provenientes de la roca madre – espacio poroso ocupado por aire o agua – M.O. – microorganismos)
- Aspectos químicos. Sabemos que parte de la M.O. se transforma en el suelo en CO2 y H2O, mientras que otra buena parte termina en grandes moléculas (insolubles) que forman el “humus”. Se debe prestar especial atención a los suelos agrícolas de importante actividad y con estratos arcillosos (horizontes subsuperficiales con cualidades propias), en donde se suma a la actividad biológica la presencia de “enzimas” (producto de la descomposición de células y tejidos vegetales). Esa fracción arcillosa (con ciertas y determinadas cualidades) es la que permite una suerte de “retención” (fenómenos de superficie – “adsorción”) que hace a su función de “intercambiador”, dando además un hábitat propicio para los procesos de síntesis de humus
- Análisis microbiológico en suelos: Un aspecto clave en la detección y posterior estudio de sus relaciones con el hábitat, se basa en la posibilidad de cultivar microorganismos (técnicas conocidas), siendo ésta, una fracción menor del espectro total de los mismos, y existiendo además microorganismos “no cultivables”; algunos nombres científicos, de organismos predominantes “por excelencia” son: hongos del género Penicillium, Cladosporium, Cephalosporium, Aspergillu; en cuanto a las bacterias, encontramos las de tipo Gram - positivas (géneros Bacillus, Micrococcus) y a diversos tipos de bacterias corineformes: Arthrobacter y Nocardia. También tienen gran relevancia los estreptomicetos (productores del típico olor a tierra húmeda e importantes industrialmente: fuente de metabolitos secundarios entre los que destacan antibióticos). Dentro de los estratos anaerobios (ausencia de oxígeno en el ambiente), las bacterias del género Clostridium, son representativas. Por otro lado, las bacterias Gram - negativas están representadas principalmente por el género Pseudomonas, importante colonizadora de gran variedad de microambientes (versatilidad nutricional); contándose entonces con dos grupos de bacterias Gram – negativas por su importancia ecológica: las cianobacterias, colonizadoras primarias de nuevos suelos y las bacterias nitrificadoras (Nitrosomonas, Nitrobacter), los grupos oxidantes de azufre, bacterias fijadoras de nitrógeno, etc. Todo ello, sin olvidarnos de especies de algas y protozoos.
A partir de la idea de ubicar los microorganismos edáficos en espacios porosos, toma importancia las relaciones (interfuerzas) que se dan entre esos organismos y la estructura arcillosa de los suelos. Surge así el concepto de “biopelículas o biofilms” como una suerte de fenómeno de adsorción (“de superficie”) a partir de fuerzas (electrostáticas – Van der Waals – entre otras) entre esa biología y las paredes de las arcillas. Pero el aspecto nutricional para los organismos vegetales superiores no sería el mismo que para el crecimiento específico de la biología del suelo, por cuanto se sabe que las bacterias tienen una suerte de “período de latencia“, donde se podría entender como una fase “estacionaria” o de adaptación, previa a su fase exponencial una vez que se consiguen los elementos nutrimentales limitantes.
Entonces qué relación se encontraría entre la cantidad de microorganismos y las características generales del suelo; ya se sabe que en suelos neutros (reacción química o pH cercano a 7), con cierto grado de humedad y con gran contenido en materia orgánica presentan recuentos microbianos superiores a los de suelos menos propicios para organismos quimioorganotrofos. Sin embargo, no debemos olvidar que, probablemente, los sistemas de cultivo, la estacionalidad del clima, labores culturales, etc influyen particularmente sobre el recuento de bacterias
Resumiendo, si tenemos que definir los principales factores ambientales que influyen en el crecimiento microbiano encontramos: el alimento, la temperatura, humedad, disponibilidad de oxígeno, el pH y presencia de sustancias inhibidoras.
- Alimento: (“fuente de energía necesaria para la vida”). Los elementos más importantes son carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, azufre y fósforo; también se necesitan cantidades menores de hierro, magnesio, potasio y calcio. Algunas bacterias tienen necesidades nutritivas muy complejas y requieren de la presencia de ciertas vitaminas y aminoácidos para poder crecer.
- Temperatura: que regula la“velocidad de crecimiento”
- Humedad: “cantidad de agua disponible y no la total” - actividad acuosa
- Oxígeno: (Aerobias obligadas, Anaerobias facultativas, Microaerófilas, Anaerobias obligadas
- pH: La ayoría de las bacterias ven favorecido su crecimiento a pH cercano a la neutralidad (6,8 - 7,5). Sin embargo algunas prefieren valores más bajos (pH 4 - 6).
- -Sustancias inhibidoras: Generalizando podríamos decir que son sustancias químicas que actúan como conservantes en aquellos alimentos a los que se agregan